La infraestructura de red es el sistema que conecta los dispositivos, aplicaciones y datos dentro de una organización. Sin una gestión adecuada, esta infraestructura puede convertirse en un punto vulnerable para ciberatacantes, quienes podrían aprovechar brechas de seguridad para robar información, infiltrarse en sistemas o interrumpir operaciones. El Control 12 de los CIS Controls se centra en garantizar que las redes sean seguras, optimizadas y estén protegidas contra accesos no autorizados.
Una red bien gestionada no solo mejora la seguridad de la información, sino que también asegura el rendimiento y la continuidad del negocio, factores esenciales para las operaciones diarias de cualquier empresa, especialmente las PYMEs.
Una infraestructura de red bien gestionada tiene múltiples beneficios:
1. Inventario de Dispositivos de Red
El primer paso para gestionar una red de forma efectiva es conocer todos los dispositivos conectados. Mantén un inventario actualizado que incluya routers, switches, firewalls, puntos de acceso y cualquier otro dispositivo conectado. Esto te permitirá identificar dispositivos no autorizados o potencialmente comprometidos.
Realiza auditorías regulares para asegurar que solo los dispositivos permitidos estén en la red y elimina cualquier dispositivo que no cumpla con las políticas de seguridad de la organización.
2. Segmentación de la Red
La segmentación de la red consiste en dividirla en secciones o zonas con diferentes niveles de seguridad. Por ejemplo, separar la red interna de la red de invitados o de los dispositivos IoT. Esto ayuda a minimizar el impacto de una posible brecha, limitando el movimiento lateral de los atacantes.
Configura firewalls internos entre los segmentos para monitorear y controlar el tráfico, permitiendo solo las comunicaciones necesarias entre zonas. Por ejemplo, los servidores críticos no deberían comunicarse directamente con dispositivos de acceso público.
3. Protección contra Accesos No Autorizados
Establece medidas para evitar que personas no autorizadas accedan a la red. Una forma efectiva es mediante VPNs (redes privadas virtuales), que cifran las conexiones y garantizan que solo usuarios autorizados puedan acceder a la red corporativa.
También es importante implementar un control de acceso basado en roles (RBAC), asignando permisos únicamente a quienes realmente necesitan acceder a ciertos recursos. Esto limita el acceso innecesario y reduce el riesgo de abuso de privilegios.
4. Monitoreo Continuo de la Red
El monitoreo constante de la red permite identificar problemas y amenazas en tiempo real. Utiliza herramientas de monitoreo, como Nagios o PRTG Network Monitor, para supervisar el tráfico de red y el estado de los dispositivos conectados.
Configura alertas automáticas para detectar patrones anómalos, como picos de tráfico inusuales o intentos de acceso fallidos repetidos, que podrían indicar una brecha de seguridad en curso.
5. Configuraciones Seguras y Actualizaciones
Configurar los dispositivos de red de forma segura es esencial para prevenir ataques. Desactiva funciones innecesarias, cambia las contraseñas predeterminadas y utiliza configuraciones de seguridad recomendadas por los fabricantes.
Además, mantén todos los dispositivos actualizados con los últimos parches de seguridad. Las vulnerabilidades no corregidas son una de las principales puertas de entrada para los atacantes, por lo que es fundamental que las actualizaciones se apliquen tan pronto como estén disponibles.
6. Cifrado de Tráfico Sensible
El cifrado es una medida esencial para proteger la confidencialidad de los datos en tránsito. Asegúrate de que todo el tráfico sensible, como las comunicaciones internas y los datos de clientes, esté protegido mediante HTTPS o TLS. Esto asegura que, incluso si un atacante intercepta la transmisión, los datos serán ilegibles.
Si tu red incluye dispositivos IoT, verifica que también estén cifrados y configurados adecuadamente, ya que estos dispositivos suelen ser objetivos fáciles para los atacantes.
Para una gestión efectiva de la infraestructura de red, considera las siguientes herramientas:
El Control 12 es un componente crucial para garantizar que tu infraestructura de red esté protegida y funcione de manera óptima. Desde el monitoreo continuo hasta la segmentación y el cifrado, implementar estas estrategias asegura que tu red esté protegida contra las amenazas modernas. Dedicar tiempo y recursos a la gestión de tu infraestructura de red no solo refuerza la seguridad, sino que también mejora el rendimiento y la confiabilidad de tus operaciones.
En el próximo número de nuestro newsletter, hablaremos sobre el Control 13: Monitoreo y Defensa de la Red. ¡No te lo pierdas para continuar fortaleciendo la seguridad de tu organización!